Publicación en El Impulso: 13/07/2010 01:00:00 a.m. Por Manuel Cols Briceño
Tomado de http://www.elimpulso.com/pages/vernoticia.aspx?id=105422
Los proyectos de Mercados Municipales están cargados de inconsistencias, contramarchas, saboteos y, al final, la anhelada puesta en marcha.
Nuestras vivencias en Fudeco nos permiten recordar experiencias exitosas como las de San Felípe y Cumaná en los años '80, que sin estar exentos de contratiempos fueron planificados, construidos y puestos en operación en un lapso razonable.
A estos dos ejemplos podría agregársele el Mercado Municipal de Chacao ejecutado en la brillante gestión del alcalde Leopoldo López, quien fue obligado a través de una absurda decisión jurídica, roja rojita, a descartar el proceso de construcción y operación mediante la figura de una concesión y cambiarla por la ejecución directa con fondos propios. Esto implicó revisar todo el proyecto y reiniciarlo, con el consiguiente retraso.
Aún más, concluida la construcción hace dos años, un grupo minoritario de afectos al gobierno pretendieron boicotear la mudanza, la cual en definitiva, se logró con el apoyo mayoritario de los pequeños comerciantes y de la comunidad. Esto implicó una gestión de siete intensos años de trabajo. El logro, una joya de Mercado.
El caso de Mérida, unos cuantos años atrás es patético. Un pequeño grupo de personas, se oponía a la mudanza al nuevo mercado. Esto último, se produjo cuando el viejo mercado, se incendió o lo quemaron.
El mercado de calle de Cabudare nace en los años '80 auspiciado por la Corporación de Mercadeo Agrícola (CMA). Semanalmente se realizaba un operativo de venta de alimentos en un terreno desocupado en ese entonces, frente a la plaza La Cruz, y poco a poco se agregaron vendedores particulares de alimentos y ropa. Hoy los días miércoles la actividad es realizada por unos 1.200 buhoneros de Barquisimeto, Cabudare y otras localidades. La oferta de bienes es buena, las condiciones de operación muy precarias y el desorden urbanístico, de película.
Durante la gestión del alcalde Antonio Rivero, en los primeros años del 2000, es definido un proyecto para ejecutarlo en Colinas del Sur en un espacio restringido, con una vialidad precaria y sin consultarlo, con los involucrados. Son aprobados 329.596 Bs.F en el Minfra y con ellos se realizaron unas terrazas y el esqueleto de una pequeña edificación. Eso es lo que hoy se puede ver.
En el año 2005 en vísperas de la Copa América la alcaldesa quiso sacar el mercado del centro de Cabudare, para que los miles de turistas que vendrían vieran a "Cabudare bonito". Pretendió, a plan de machete, correr a los buhoneros hacia las terrazas de Colinas del Sur, aún sin ningún servicio. Estos se plantaron en la Av. Intercomunal y eso amenazó con entorpecer el flujo hacia la construcción del Estadio Metropolitano, con evidentes retrasos.
El general Colmenarez, director de Seguridad y Orden Público, accedió a propiciar una mesa de diálogo con la presencia del gobernador Reyes Reyes. La reunión se dio, la alcaldesa quedó muy mal parada ante la debilidad de sus argumentos y los buhoneros lograron que se analizaran alternativas, para la mudanza.
Reyes Reyes realizó un recorrido y tácitamente le dio la razón a los buhoneros. Richard Coroba, precandidato a la alcaldía, manifestó su apoyo a los buhoneros. La alcaldía malgastó tiempo, dinero en asfalto, demarcaciones y terraceos complementarios.
Entre las alternativas que asomaron los buhoneros estuvieron un terreno en la Av. La Mata, las edificaciones donde funcionó Uniprec y galpones sin uso en la Calle 9 de La Mata.
En el 2007 el Concejo Municipal aprueba un decreto de expropiación del terreno de La Mata, que luego es secundado por otro decreto de la alcaldesa. En el presupuesto 2008 de la alcaldía incorpora un monto de 200.000 Bs.F para la construcción del Mercado Municipal. Una valla es colocada frente al terreno y a los meses, los recursos son desviados hacia otro gasto, hasta ahora desconocido.
En el 2009 asume la alcaldía Richard Coroba y comienza, con el estribillo de que no tenía dinero. El mercado no aparece en su agenda y en recientes declaraciones señaló que será para el mediano plazo. Ahora de lo que se ocupa la alcaldía es de pretender cobrarle impuestos a los buhoneros, quienes no reciben ningún servicio. Se recrudece el asedio del hampa, la insalubridad, el desorden urbano, la merma de las ventas y la competencia desleal de Pdval convertido en el buhonero privilegiado y competidor desleal.
Los buhoneros realizaron un análisis estratégico y no han podido encontrar un interlocutor válido en la alcaldía. Ésta no tiene una Unidad de Mercados.
Para sorpresa de los buhoneros y del Consejo Comunal de Cabudare Centro, en fecha reciente en un acto de proselitismo político realizado por el Presidente de la República en Lácteos Los Andes anuncia que el terreno que tiene dos decretos municipales para construcción del Mercado Municipal, sería destinado para la construcción de viviendas. El alcalde Coroba presente en el acto, de manera cómplice, apoyó ese desaguisado, dando la espalda, una vez más, a los pequeños comerciantes.
La verdad es que el abastecimiento de alimentos ha dejado de ser una competencia municipal para los alcaldes y concejos afectos al gobierno, que han dejado que Mercal, Pdval y ahora Bicentenario, en el marco de una gestión caracterizada por el despilfarro y la corrupción, asuman lo que era su obligación, con resultados desastrosos.
En el caso particular de Cabudare, los tres últimos alcaldes y los tres concejos municipales, todos, militantes del PSUV, han desperdiciado 10 años de gestión, despilfarrado por el orden de 600.000 Bs.F y estimulado la acentuación del conflicto entre los actores involucrados en el Mercado de Calle, entre ellos, la misma municipalidad…
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